En este sentido, quiero señalar que me parece inadmisible que la Asociación de Hortelanos, vinculada al PAR y que ocupa sus mismas dependencias, haga nuevamente un uso de partidista y clientelar de proyectos financiados con dinero público, por cuanto el CEDER-Zona Oriental de la provinca, ha impulsado este proyecto, está poniendo dinero y recursos humanos para dinamizarlo y ha firmado un proyecto con el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) (ver nota de prensa) , dependendiente del Gobierno de Aragón, para poder comercializar en un futuro la semilla de judia caparrona con las debidas garantías genéticas y de adaptación a nuestra comarca, por cuanto, la semilla que se va a repartir en la sede del PAR, ni tan siquiera es la semilla final con una marca oficial. Por todo ello, podemos decir sin ánimo a equivocarnos, que el reparto masivo de esta semilla no certificada fuera de los parámetros genéticos buscados por el CEDER y el CITA, perjudica la seriedad del proyecto emprendido con el único objetivo de sacar un irresponsable rédito político y todo ello, sin entrar en el perjuicio que supone para los comerciantes que esperan vender sus semillas de tomate y judía en sus establecimientos.
Finalmente quiero señalar que en mi condición de diputado he registrado preguntas sobre los trabajos que se están realizando por el CITA con la judía caparrona, al objeto de poder tener información más detallada del proyecto, concretamente se ha preguntado por:
¿En
qué fase se encuentra el proyecto de mejora de la especie?
¿Cuánto
tiempo considera que será necesario para finalizar el proyecto de mejora genética y por
tanto poder comercializar la especie con plenas garantías para su certificado?
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