martes, 30 de septiembre de 2014

Gimnasia Rítmica en Monzón. El dedo y la luna.

En el día de ayer denunciábamos al calor de varios anuncios del Espacio Joven, que desde la concejalía de Juventud de la ciudad se está incumpliendo nuevamente el Reglamento de Gestión del citado centro juvenil, por cuanto se están ofertando actividades para menores (3 y 4 años), por cuanto se está asumiendo un papel de gestión deportiva que le corresponde por al Patronato Municipal de los Deportes y por cuanto se organizan desde este Espacio Joven actividades cuya ofertan existe en la ciudad, perjudicando con ello a un club deportivo. Se puede comprobar las afirmaciones que realizamos consultando el artículo 3 Estatutos Patronato Municipal de Deportes y el Reglamento del Espacio Joven, especialmente en lo relativo a lo citado en los artículos 6 y 31.2 a).

A diferencia de algunos comentarios que nos han hecho llegar, queremos señalar que la cuestión central de nuestra denuncia política, no es el dedo (que entendemos y compartimos preocupe mucho a los usuarios) sino la luna, no es la calidad del servicio que pueda ofertar un club ya veterano en la ciudad, un club que de alguna manera forma parte de muchos montisonenses pues en él se han formado a cientos de deportistas. Tampoco es el hecho de que la monitora que realiza su trabajo en el Espacio Joven sea más o menos efectiva en el desarrollo del mismo, pues nada de eso hemos evaluado, ni es nuestra obligación evaluar, porque ni tenemos conocimientos técnicos para ello, ni dudamos de la profesionalidad de nadie. El problema político que nos ocupa, la luna, no es otro que el hecho de que el Ayuntamiento de Monzón, el de una ciudad deportiva como pocas, ha emprendido un camino de difícil salida, gestionando deporte directamente desde un área que no tiene competencias ni técnicos propios cualificados, compitiendo en paralelo con un club de la ciudad al que le quita gimnastas y al que sin duda está debilitando para su presente y futura superviviencia, algo que nos preocupa muy especialmente por cuanto a esta marcha, quien sabe si en un futuro más o menos cercano, acabaremos teniendo a todos nuestros deportistas con fichas federativas pertenecientes al Ayuntamiento de Monzón y no a los clubes que históricamente nos han venido formando en la ciudad con la participación activa y desinteresada de muchos ciudadanos comprometidos.

Nosotros creemos que Monzón, la cuna de deportistas, merece una planificación deportiva y que la manera de ello es que el Ayuntamiento, a partir del Patronato Municipal de Deportes y en coordinación con los clubes y el tejido asociativo de la ciudad, coordine la misma. Creemos que el hecho de que el Ayuntamiento, desde la concejalía de Juventud, planifique actividad deportiva al margen del Patronato y sus técnicos, compitiendo con un club de la ciudad, incumpliendo su Reglamento de gestión por el mero hecho de que algunos gestores políticos se cuelguen medallas, es malo para el futuro de nuestro deporte y es pan para hoy y hambre para mañana. Puedo asegurar que me parece obligación del concejal de deportes hacer todo lo posible por ayudar a los clubes para que sigan dando frutos en el presente y el futuro, de la misma manera que creo los clubes deben, en la medida de sus posibilidades, aumentar en lo posible su masa social y hacer lo posible para que los ciudadanos de Monzón se sientan identificados con ellos y sientan la necesidad de los mismos. Por otro lado, es obvio que cualquier ciudadano o grupo de ellos, interesado en impulsar vías nuevas o distintas a las existentes para el impulso de la actividad deportiva, está en su pleno derecho de ello, para lo cual debe incluso ser ayudado por el Patronato Municipal de los Deportes, para que sea éste quien canalice la actividad deportiva, cuanto menos aquella actividad que requiere de sus instalaciones para el ejercicio de la misma. A nuestro juicio es obvio que si el Ayuntamiento vía el Espacio Joven, toma la decisión política de impulsar una escuela de formación de gimnastas propia, no es imparcial  y el resultado es lo que tenemos. Dos escuelas de formación, alumnos divididos, mayores dificultades para crear grupos por exceso de fraccionamiento y un club con riesgo de dejar de ser útil para lo que ha servido muchos años y fue concebido; hacer gimnastas, formar deportistas y llevar el nombre de Monzón lo más lejos posible.