jueves, 17 de julio de 2014

RUDI Y EL POPULISMO

Ayer comenzó el debate sobre el Estado de la Comunidad Autónoma de Aragón en el que la Presidenta Luisa Fernanda Rudi tuvo que tirar de malas artes políticas para hacer que cuando todo el mundo mira preocupada la luna, pasara a mirar el dedo. Lo hizo sin duda porque tiene poco bueno que vender tras tres años de gestión a base de tijera, cutter, bisturí, zizalla o soplete, según convenga el uso de una u otra herramienta. Rudi tenía poco que vender y lo sabía. Era y es, su ultimo debate del Estado de la Comunidad en esta legislatura, que espero sea el último suyo como Presidenta. Nada bueno podía decir de la sanidad, de la educación, de los servicios sociales, de la evolución de la pobreza en Aragón, de la cada día mayor precariedad laboral así como del aumento de desempleo en su etapa, del estado de nuestras carreteras, del ferrocarril, de los servicios públicos, de la mejora del medio natural, del comercio o la industria o de lo que ha sido su prioridad más absoluta, que no ha sido otra que el control del déficit, déficit hoy absolutamente descontrolado pese a que llevamos tres consejeros en tres años. Tampoco podía vender ni un sólo avance en lo que son y han sido proyectos de los que hizo bandera la Presidenta al comienzo de la legislatura. La Travesía Central de los Pirineos, que no ha convencido de verdad a nadie fuera de nuestra comunidad y sigue siendo una tozudez quimérica. La reapertura del Canfranc, que no cuenta ni tan siquiera con un mínimo cronograma de inversiones que permitan visualizar que este proyecto, necesario e imprescindible, sea una realidad en 2020. Podríamos seguir hablando de otros de sus grandes proyectos como desdoblamientos innecesarios en la Nacional II, de las insostenibles uniones de pistas de esquí o de proyectos mucho más sencillos y menos costosos como eran y son la devolución de bienes de las diócesis aragonesas, retenidos por el obispado de Lleida a la par que incumple el séptimo mandamiento que debiera cumplir.

Habló ella de regeneración de la política y de las instituciones haciendo populismo. Lo hizo, no como Presidenta del Gobierno de Aragón, que es para lo que estaba, sino prostituyendo la cámara para hacerlo como Presidenta del PP, de ese partido que le complementa inmoralmente el salario que recibe como Presidenta de Aragón. Lo dijo ella, que forma parte en primera linea de un partido que es el máximo responsable del descrédito de la política a base de escándalos y tramas de todo tipo y que mantiene a un consejero en su gobierno que de no estar aforado, ya habría pasado a declarar por el juzgado ordinario por el caso Plaza y lo dijo quien ha mantenido de Portavoz del Grupo Parlamentario a una persona que durante estos años fue inhabilitada para ejercer como concejal por desobediencia a la Justicia y que finalmente fue absuelvo, eso sí, por prescribir. Rudi habló de bajar algunos impuestos cuando poco antes había dicho que no había recursos para más, propuso retirar los aforados, cuando hace apenas un mes su Grupo Parlamentario se negó a votar a favor una iniciativa en esta dirección y especialmente dijo que quería reducir los Diputados en Aragón, eso sí, lo hizo sabiendo que nuestra Constitución aragonesa, el Estatuto de Autonomía, apoyado por ella en 2007, en su artículo 36 establece la horquilla de Diputados posibles en las Cortes entre los 65 y 80 y hoy hay  67. Es decir, que para rebajar de verdad el número de Diputados habría que modificar el Estatuto a escasos 6 meses de legislatura, cuestión cuanto menos compleja de alcanzar y que no parece debiera ser una prioridad en el trabajo ni una solución para los verdaderos problemas de los aragoneses.

Hoy continua el debate del Estado de la Comunidad y nuestro Grupo ha contestado obviamente a la propuesta de Rudi y a su desesperación, pero fundamentalmente hemos seguido diciendo que hay que mirar a la luna. A fin de cuentas, si con 10 o 15 diputados menos fuéramos a tener mejores derechos o incluso más y mejor democracia, seríamos los primeros en sentarnos, pero no va de ese palo el tema. El palo buscaba y lo ha conseguido, que hoy en los medios de comunicación no se mirara la luna y que caso de que cuele la andanada, el poder, su poder, no cambie de bando en las inminentes elecciones.