lunes, 22 de diciembre de 2014

El reto de la convergencia

Sin lugar a dudas este momento de la historia es muy complejo a la par que apasionante. La crisis económica, política, medioambiental y social que estamos padeciendo, agudizada con los lamentables episodios de corrupción, ha provocado un más que justificable hartazgo en la sociedad, hartazgo que reflejan todas las encuestas en forma de cambio en la intención de voto o en la percepción de los problemas del Estado por parte de los ciudadanos. Ante esta situación, tenemos casi de manera inminente las próximas elecciones municipales y autonómicas. Unas elecciones en que si al final ganan los de siempre, les estaremos dando a los poderes políticos y económicos que controlan nuestras vidas, un nuevo cheque en blanco para seguir esta senda política de recortes y pérdida de derechos sociales y ciudadanos. Es por ello, por lo que IU, como principal organización con estructura y experiencia a nivel de Estado, curtida en mil batallas en las calles y en las instituciones, tiene un gran reto ante sí, el reto de aportar su bagaje y servir de aglutinante en procesos de convergencia para organizar candidaturas en las que ciudadanos y organizaciones políticas y sociales, demostremos que somos capaces de plantear una alternativa y salir a ganarlo todo; desde el Ayuntamiento más pequeño, a las Comunidades Autónomas, pasando por las Comarcas y Diputaciones provinciales. Por todo ello y a sabiendas de que la responsabilidad no es sólo nuestra, puesto que en esta película, aún hoy, hay actores que deben decidir qué papel quieren jugar e incluso si quieren participar en esta película, IU ha decidido trabajar desde la humildad en el marco de la creación de candidaturas ciudadanas, que desde un funcionamiento muy abierto, pero desde el respeto a la identidad de cada uno de los miembros y organizaciones que están presentes en el proceso, luche por alcanzar el objetivo de ganar instituciones y derechos para la ciudadanía.

Hoy, en diferentes lugares de España se están impulsando candidaturas ciudadanas, candidaturas que en algunos casos avanzan en una dirección que no compartimos, pues parece hará imposible alcanzar el citado objetivo de ganar todas las instituciones. Otros procesos en donde apenas se gatea y en otros, donde se puede decir que no se corre pero que ya sabemos andar el camino. Un camino que para ser recorrido en su totalidad y evitar tropiezos, va a requerir de una mochila llena de voluntad, paciencia y humildad por todas las partes, eliminación de estériles prejuicios, cesión de protagonismo, realización de un programa serio y riguroso y la adopción de acuerdos que permitan dotar a estas candidaturas de las herramientas jurídicas y técnicas precisas para ganarlo todo. El reto por sacar adelante la confluencia, como ya se ha dicho, tampoco es responsabilidad exclusiva de IU, ni mucho menos. El reto tampoco es fácil ni es menor, pero sin duda IU desde su soberanía como organización independiente, seria y rigurosa, hará lo posible por llevarlo adelante e incluso caso de no salir en el sentido más amplio, en el sentido que hoy se está trabajando, Izquierda Unida aspirará a presentar sus candidaturas con personas que compartan proyecto y objetivos. Hoy no es tiempo de experimentos sin gaseosa ni de maximalismos ideológicos, es tiempo de generar ilusión, participación política y esperanza de que las cosas se puedan cambiar, no por el placer de cambiar, sino por la necesidad de recuperar los derechos perdidos y poner coto a unas prácticas mafiosas que tienen sometido el interés general y los derechos públicos de los ciudadanos.