martes, 10 de agosto de 2010

EL OSO EN EL ALTOARAGÓN

Veo en un medio de comunicación una noticia en la que el sindicato agrario Asaja, solicita al Gobierno de Aragón que convoque la mesa del oso, pues entre otras cosas piensa proponer que los escasos osos que viven en nuestro Pirineo vivan en semilibertad. Dicen desde el sindicato igualmente, según refleja este medio de comunicación, que esta iniciativa vendría a proteger a otras especies en peligro de extinción en el pirineo como son el pastor ovino y sus ovejas.

No seré yo el que discuta la apreciación de Asaja sobre el problema del sector ovino, que por otro lado no es exclusiva de nuestro Pirineo, donde es posible que algunos ganaderos hayan tenido pérdidas como consecuencia de ataques de osos, que por otro lado, supongo que dado el escaso número de los mismos no deben ser apabullantes y deberían pagarse con inmediatez. Pero si ciertamente el sector ovino está en crisis, no es menos cierto que la culpa no es del oso, pues en tierras no oseras la crisis es cuanto menos igual y este animal no ha causado una sola baja en las cabezas de ganado. Habrá pues que buscar otros culpables, en otros lugares y quizás el mercado y la desprotección que el ganadero y las ovejas tienen frente al mercado, tenga mucha más culpa de la mala situación del sector, que los escasos osos de nuestro pirineo.

Tampoco seré yo el que diga que la introducción del oso en la zona francesa se haya realizado bien. No se puede hacer lo que se ha hecho sin una mínima previsión y coordinación con los afectados y sin preprarar el terreno. Tampoco se puede imponer la reintroducción sin antes haber tomado medidas y sin antes poner mucho dinero encima de la mesa en programas de reintroducción, donde la suelta del animal sea el último paso y no el primero. Afortunadamente nuestra tierra no es la única que tiene osos, pues otros están llevando este tema mucho mejor y de ellos debemos aprender. Asturias es un ejemplo cercano del que seguro podemos apreder muchas cosas. Allí, por ejemplo, el trato y la consideración que se tiene de los ganaderos demuestra que su actividad económica se considera una prioridad. Y eso se concreta en la definición de ayudas ambientales que llegan a triplicar los de cualquier otro sitio del estado.

Si aceptamos que el debate sea dejar al oso en semilibertad o no, estaremos cayendo en una trampa que supondría en mi opinión, según la decisión tomada, volver muchos años atrás.

Además hoy se propone al oso, mañana quizás sea el jabalí, o el lobo, cuando lo cierto, es que si de verdad queremos ganaderos y ganado, el que debería vigilarse, no es precisamente el oso, si no los mercados, lo que imponen que tengamos que comer cordero de no se sabe donde, o los que imponen las medidas anticrisis que Zapatero ha impuesto. Tomemos pues medidas eficaces para reintroducir el oso con plenas garantías para todas las partes y busquemos al verdadero enemigo de los ganaderos en otros sitios, pues hace tiempo que el sector agropecuario no es considerado como estratégico en este país y desde luego, de ello no tiene culpa alguna el oso.

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