No se puede llegar a más. Ciertamente a una persona como yo, que le gusta estar informado de lo que sucede en la política española, no le coge por sorpresa que un gobierno del PSOE, que no socialista, se saque de la chistera una serie de medidas que 15 días antes hubiera rechazado. Incluso no me es extraño, que el mismo ministro que hace 15 días hubiera hablado de las bondades de la política social del PSOE, hoy justifique las decisiones antisociales que ha adoptado y que 15 días antes hubiera maldecido, diciendo que Rajoy más. La política ficción aupada por el bipartidismo electoral y mediático que tenemos en este país, lo permite todo y lo que es peor, hace que los ciudadanos y ciudadanas acaben acostumbrándose a casi todo.
Por ello, algunos vamos a hacer lo imposible para despertar la conciencia de la gente. No puede ser que las recetas de un estado como el español, las imponga el FMI, la UE o el mismísimo Obama. Para eso no queríamos ni necesitábamos la democracia. Si un gobierno como este, es incapaz de tomar medidas en base a la defensa de sus conciudadanos, fundamentalmente de las clases sociales a las que dice representar y las toma en base a los intereses de capital y los intereses del mercado, que viene a ser lo mismo, lo que sucede en realidad es que nos están quitando nuestra soberanía y que el ser humano ha dejado de ser una vez más el eje de la acción política, para dejarlo tras los intereses del capital.
A mi juicio, de lo sucedido en estos días, con independencia de las durísimas medidas sociales adoptados por el gobierno. Lo más triste, lo más grave, es que nuestro gobierno se ha rendido a los intereses del capital, de los mercados y para eso no hace falta un gobierno democrático, ni siquiera hace falta una democracia. Para eso lo único que hace falta es que el FMI decida por nosotros y diga directamente qué es lo que hay que hacer para que el mercado funcione en España. Sabemos que ellos siguen pensando que el mercado lo solucionará todo y quizás por ello, el siguiente paso sea que nos digan que no fue el mercado el que nos metió en esta, si no los ciudadanos. Los mismos ciudadanos que hoy están en las listas del paro, mientras los altos ejecutivos de ese mismo FMI ganan dinero a manos llenas con operaciones de capital a las que le importa un pimiento que juegue con la salud de las personas, la vivienda de una familia o las becas de unos hijos. Es a la dictadura amable e invisible del mercado, a la que ZP y su corte celestial de ministros y diputados nos ha confiado. Que sea para bien aunque lo dudo. El mercado, mañana pedirá más esfuerzos a los de siempre. Ellos querrán seguir ganando todavía más y les da igual cuanto mide la fila del INEM.
1 comentario:
De acuerdísimo.
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